¿Duermes mamá? tengo que decirte algo

Demasiada tentación era ver a su madrastra durmiendo sin bragas y con ese culazo a la vista tan rico como para no hacer nada. De momento las manos se le fueron directas a manosearla mientras le preguntaba si estaba despierta. Aunque quería confesarle que le gustaba era complicado articular palabra, pero mamá es muy lista y sabe perfectamente lo que quiere su querido hijito. En estas situaciones el sueño se te quita rápido y en cuestión de segundos la mujer ya estaba pajeándolo. Cuando hay química entre dos personas sobran las palabras, hay que pasar a la acción porque el «no» ya lo tienes, cosa que no sucedió en esta ocasión.