El hermanastro de Jezebeth no tuvo piedad

Está visto que ni siquiera ser familia te asegura que no te vayan a meter un polvo como el que le metió a Jezebeth su hermanastro. El hijo de puta la puso a cuatro patas y le dio rabo sin piedad, vamos, que se la folló como si fuera una jodida muñeca hinchable mientras ella gritaba y sollozaba de puro placer. Al menos mantienen las tradiciones porque ella no se quitó su pañuelo de la cabeza como buena musulmana, eso si, el tanguita que llevaba seguro que está totalmente en contra de su religión xd. Polvazo incestuoso árabe y una zorra perfecta para tu paja diaria.