Repartidor de gas triunfa con una brasileña infiel

Si crees que lo que vas a ver solo pasa en las películas o en vídeos porno estarás muy equivocado. Maduras casadas infieles dispuestas a montárselo con un tío las hay a patadas, solo falta que las encuentres o que ellas te encuentre a ti. Hoy vais a vivir de primera mano lo que se siente al tirarte a una madurita brasileña cuando su marido no está en casa. El tipo es un simple repartidor de botellas de gas y aunque en su cabeza siempre tiene la esperanza de acabar zumbándose a una clienta, la realidad es que eso pasa 1 vez entre un millón. Prácticamente viene a ser como que te toque la lotería. Pues a este cabrón le tocó, vaya si le tocó, y cuando esa golfa se quitó el pantalón y se quedó tan solo con un tanguita rojo, prácticamente se le rompió la bragueta.