Vaya peras tenía la rumana Kitty Kriss

Para algunos un masaje antes de echar un polvo es una pérdida de tiempo, pero no no para maduritas como Kitty Kriss porque sabe que eso pondrá a tono al tío que se folle y podrá sacar lo mejor de él. El contacto de las manos con el cuerpo además de relajante es súper excitante y crea una especie de vínculo que luego se traduce en un sexo brutal y único. Después de eso lo siguiente es indiscutiblemente una mamada para poner el pene justo en el estado de erección deseable y finalmente usarlo como lo hace Kitty, que por cierto, tiene unas peras descomunales que deben tener un sabor  jamoncito delicioso.